Dolorosas o estéticas, las ‘urgencias dentales’ son momentos no gratos, y como es de esperarse, muchas veces, encuentra a los pacientes desesperados por salir de las misma ya!

La atención oportuna de un profesional calificado es clave para cualquiera de las circunstancias posibles.

El  desafío del clínico es interpretar los signos y síntomas del cuadro para llegar a un diagnóstico certero. Algunos dolores dentarios son irradiados, confusos y traicioneros, y la intensidad de los mismos hace que el paciente nos presione a tomar decisiones apresuradas. ¿Quién no ha escuchado aquella leyenda urbana según la cual a algún conocido le sacaron la muela equivocada?

Nadie está exento de equivocarse. Por eso en nuestra práctica diaria solemos armar rondas de debate en las que cualquiera de los integrantes del equipo del consultorio (profesionales y asistentes) puede opinar libremente por más descabellado pueda resultar su aporte.

La mayoría de las veces llegamos al diagnóstico final luego de desestimar varios escenarios posibles. Los cambios de opinión rotundos son frecuentes y bienvenidos. Puede que algún desconocido se asuste, pero el debate enriquece y obliga a los participantes a  fundamentar sus opiniones.

Personalmente les cuento que he trasladado este método a otros aspectos de mi vida y enloquezco a diario a los que me rodean. Tomarse un tiempo para ir y venir antes es menos grave que lamentarse o tener que estar corrigiéndose después.

Mariano (@drmorgante)